Ser Padre no es fácil, ser Hijo tampoco. Y esta verdad es la que se refleja en esta “linda” película.
Un viaje hacia la verdad, donde por mas que queramos ocultarla se termina develándose de la manera mas dura. Crear lazos familiares duele, estar solo duele, tratar de enorgullecer a los demás duele, ser feliz también duele.
La película plasma de manera sutil lo difícil que es tratar de acercarse a un hijo, y como los hijos pensamos, que por que nuestros padres son mayores y no viven con nosotros, los podemos engañar. Que gran lección, todos nos damos cuenta de todo, tenemos lazos de sangre que facilitan la comunicación no verbal.
Una idea simple, un gran guión, unos paisajes preciosos del centro de USA, unas actuaciones demasiado creíbles. Merito aparte merece el pequeño que hace del nieto, es tan natural su actuación….
El enlace con las imágenes de cuando sn niños, o la escena de la comida al aire libre junto a la tormenta, dejan los pelos de punta.
Una linda película para valorar la familia que tienes, una linda película para valorarte como padre y como hijo.
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